contaminación aviones
10 min lecturaFeb 15, 2021

Aviones eléctricos: ¿solución a la contaminación de la aviación?

Vehículo eléctrico | Sostenibilidad | Medio ambiente | Contaminación

El avión eléctrico es la alternativa para reducir la contaminación del aire y las emisiones de gases de efecto invernadero de la aviación.

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Una de las primeras decisiones que tomamos a la hora de viajar es el medio de transporte con el que nos desplazaremos. En el caso de viajar a otro país, casi sin pensarlo, escogemos el avión.

Pero ¿te has parado alguna vez a pensar en el impacto ambiental de la aviación y las consecuencias que conlleva? Te invitamos a calcular la huella de carbono de tu vuelo para que descubras cuánto CO2 llega a emitir.

La contaminación de los aviones

Los gases de efecto invernadero generados por la aviación que contribuyen al calentamiento global del planeta y a un aumento de los niveles de contaminación del aire son:

  • Dióxido de carbono (CO2): debido a la combustión del queroseno.

  • Óxido de nitrógeno (NOx): engloba a dos gases diferentes (óxido nítrico o NO y óxido de nitrógeno o NO2) que son liberados a gran altura con un fuerte potencial de calentamiento.

  • Ozono (O3): un potente gas de efecto invernadero creado a través de la liberación a grandes alturas de NOx.

  • Partículas en suspensión: tales como hollín, sulfatos, óxidos de azufre, monóxido de carbono, tetraetilo de plomo, hidroxilos e hidrocarburos, entre otros.

La aviación supone un 2% de las emisiones de efecto invernadero a nivel mundial según la OACI, la Organización de Aviación Civil Internacional.

Seguro que estaréis pensando… “¿Sólo un 2%? ¡Eso no es nada!” Pues a priori puede parecer una cifra insignificante, pero ¡todo lo contrario! Según Air Transport Action Group, en 2017 los aviones llegaron a producir 859 millones de toneladas de CO2. Eso significa que sólo un 2% se traduce en millones y millones de toneladas de CO2.

Por lo tanto, sí, hay actividades que contaminan mucho más que la aviación, pero el verdadero problema se encuentra en que la actividad aérea no cesa, sino más bien todo lo contrario, ¡llegando a un aumento del 128,9% respecto al año 1990! Las emisiones aumentan cada año debido al aumento exponencial del tráfico, tanto de pasajeros como de vuelos comerciales y de mercancías.

En 25 años, los pasajeros aéreos de la Unión Europea han pasado de ser 360 millones a 1.106 millones; lo que supone en aumento preocupante. De hecho, se estima que, si seguimos a este ritmo:

  • Para 2050 las emisiones de los aviones serán entre 7 y 10 veces mayores (en comparación con los niveles de 1990)

  • Para antes de 2040 el número de pasajeros aéreos ascendería a un total de 8.200 millones

La contaminación de la aviación en cifras

Antes de aportaros datos representativos, os invitamos a probar la calculadora EcoPassenger, que te permite comparar las emisiones de CO2, partículas en suspensión, óxidos de nitrógeno, hidrocarburos no metálicos y consumo de recursos energéticos de aviones, coches y trenes.

Nosotros hemos hecho la prueba y por el mismo trayecto de Madrid a Londres:

  • El tren consumiría 52,4 kg de CO2

  • El coche de combustible consumiría 157,6 kg de CO2

  • El avión consumiría 265,2 kg de CO2

Dicho esto, algunas de las cifras que podemos destacar son:

  • En Estados Unidos, la actividad aérea emite el 11% del total de CO2 del sector del transporte y representa casi la mitad de emisiones mundiales de CO2 de este sector.

  • El 80% de emisiones del transporte aéreo son debidas a los grandes vuelos de pasajeros con distancias mayores a 1.500 km.

  • Según el estudio Science Alert, disminuir la altitud de vuelo de los aviones en unos 600 metros reduciría el impacto climático de sus estelas de condensación hasta prácticamente un 60%. Algunas de estas estelas pueden permanecer horas en el cielo, lo que aumenta el efecto invernadero y potencia el cambio climático.

  • Según alerta un estudio del MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts), los vuelos provocan un mayor impacto sobre la contaminación del aire que sobre el cambio climático llegando a causar hasta 16.000 muertes prematuras al año. Aseguran que un 95% de los impactos en la calidad del aire están estrechamente vinculados con las emisiones de los NOx.

  • En vuelos cortos se producen hasta 150g/km de CO2 por pasajero y, en cambio, en vuelos largos se producen alrededor de 110g/km de CO2 por pasajero.

  • Un vuelo de clase económica desde Londres hasta Nueva York emite unas 0,67 toneladas de CO2 por pasajero, según la OACI. Esto equivale al 11% de las emisiones anuales promedio de alguien del Reino Unido, o lo mismo que las causadas durante un año por alguien que vive en Ghana (África).

  • En los jets privados, la contaminación por persona se dispara, pudiendo llegar a emitir hasta cuatro veces más CO2 por persona que un vuelo comercial equivalente.

  • Las operaciones aéreas (despegues, aterrizajes, desplazamientos…) empeoran la calidad del aire y emiten múltiples contaminantes como óxidos de nitrógeno, ozono, monóxido de carbono, hidrocarburos sin quemar y óxidos de azufre.

En resumen, a grandes rasgos podríamos concluir que, de media, la huella de carbono de un pasajero de avión triplica la de un pasajero de coche.

Pero los datos son aún más preocupantes si tenemos en cuenta los vuelos comerciales, puesto que la demanda de vuelos es cada vez mayor, impulsada por países asiáticos como China o gigantes tecnológicos como Amazon o Aliexpress.  

Medidas para combatir la contaminación de los aviones

Por suerte, en 2016 se aprobó CORSIA, el Plan de Compensación y Reducción de Carbono para la Aviación Internacional, en la 39a Asamblea General de la OACI.

Dicho plan, que forma parte del Pacto Verde Europeo, está incluido en la Propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y tiene por objetivo limitar las emisiones y la contaminación de la aviación a través del Sistema de Comercio de Emisiones.

CORSIA establece un sistema compensatorio de emisiones en que los gases de efecto invernadero producidos por el sector de la aviación puedan ser compensados mediante la reducción o eliminación de las emisiones en otros sectores. No obstante, la obligatoriedad de cumplir con estas medidas no entrará en vigor hasta 2027 para los Estados miembros.

Aún así, más de 80 estados ya han manifestado su participación voluntaria en la primera fase piloto de aplicación, que empieza este 2021.

Así pues, para cumplir con el Acuerdo de París y con el plan CORSIA, algunas compañías aéreas tratan de compensar sus emisiones mediante:

  • Proyectos de reforestación: como la compañía aérea KLM Royal Dutch Airlines, que dona un árbol por cada billete comprado para la reforestación de la península ibérica.

  • Uso de biocombustibles que generan una menor huella de carbono, como la compañía australiana QANTAS, que realizó el primer vuelo con un 10% de biocombustible obtenido a partir de semillas de mostaza; lo que permitió emitir 18.000 kg menos de CO2 (equivalente a un 7% menos de emisiones).

  • Reducción de los residuos para lograr vuelos “zero waste”. La compañía QANTAS también quiso destacar en este ámbito promocionando su proyecto Bowebird, en el que elimina plásticos de un solo uso reemplazándolos por alternativas más sostenibles. ¡Su objetivo es eliminar el 75% de sus desechos para 2021!

Pues bien, está en nuestras manos valorar si es completamente necesario viajar en avión y evitar al máximo las compras online que se transporten de forma insostenible, optando por la compra de proximidad y un estilo de vida cero residuos.

¿Cuál es el verdadero futuro de la aviación? ¿Aviones eléctricos, híbridos o de hidrógeno?

La industria del transporte está claramente enfocada en desarrollar e implementar vehículos CASE (del inglés Connected, Autonomous, Shared & Electric): conectados, autónomos, compartidos y eléctricos.

Y algunos fabricantes del mundo de la aviación no quieren quedarse atrás, ¡veamos unos cuantos ejemplos de aviones sostenibles!

  • Airbus

La compañía Airbus ha diseñado tres prototipos de aviones sostenibles cero emisiones que, bajo el nombre ZEROe, comparten las siguientes características:

  1. Capacidad de entre 100 y 200 viajeros

  2. Aptos para viajes regionales y hasta vuelos transcontinentales

  3. Utilizan el hidrógeno líquido (que produciría vapor de agua en lugar de CO2) en una pila de combustible

Su objetivo es realizar los primeros vuelos comerciales en 2035 con estos aviones de hidrógeno, sumados al desarrollo de drones y VTOLs (del inglés Vertical Take-Off and Landing).

  • EasyJet

La compañía propone para 2030 el lanzamiento del Wright 1, un avión de propulsión eléctrica de EasyJet desarrollado por Wright Electric, compañía americana nacida en 2016 para desarrollar aviones eléctricos.

El avión tendrá capacidad para 186 pasajeros y una potencia de 1,5 MW. La compañía de vuelo británica tiene como prioridad electrificar todos sus vuelos a largo plazo.

  • Eviation

Alice es el avión eléctrico fabricado por la start-up Eviation, con 9 asientos de capacidad y el objetivo de llegar a los 1.000 km de autonomía (equivalentes a 650 millas), ideal para distancias cortas y conectar ciudades cercanas.

  • Terrafugia y Geely

Terrafugia, compañía estadounidense del grupo Geely (actual propietaria de Volvo), ya ha realizado sus primeros vuelos con éxito del TF-2A; una propuesta de taxi aéreo 100% eléctrico de despegue vertical tipo VTOL.

Consta de una capacidad para 2 viajeros, 180 km/h de velocidad y 100km de autonomía, ideal para el transporte en ciudades:

La compañía también ha desarrollado el TF-X, un coche volador híbrido enchufable (dos motores eléctricos y uno gasolina), también de despegue vertical, con capacidad para 4 ocupantes y hasta 800 km de autonomía.

  • Hyundai y Uber

¡Los taxis aéreos cada vez están más cerca! Por eso, Hyundai y Uber no se quieren quedar atrás y presentaron en el CES 2020 su nuevo prototipo: Hyundai S-A1. El avión-taxi 100% eléctrico dispondrá de 5 ocupantes, será capaz de llegar a los 290 km/h y disponer de 100 km de autonomía.

  • VoltAero

VoltAero es otro ejemplo de avión híbrido que pretende incluir tres motores eléctricos de 60 kW y un motor de combustible de 370 hp, cuya función sería recargar las baterías de los motores eléctricos. El objetivo es que cuenten entre 4 y 9 asientos.

Éstos son algunos de los ejemplos más destacables, pero hay muchas más compañías que están en fases de desarrollo de nuevos prototipos eléctricos y/o híbridos, como:

  • Archer Aviation: start-up que tiene en marcha un nuevo modelo de despegue vertical, el eVTOL, con capacidad para cuatro personas, hasta 240 km/h de velocidad y 100 km de autonomía.

  • MIT: compañía que está desarrollando un nuevo avión híbrido capaz de reducir el 95% de las emisiones de óxido de nitrógeno, gas perjudicial para la salud de las personas.

  • HER0: avión 100% eléctrico diseñado por Joe Doucet que se podría recargar con energía solar o eólica y basado en maximizar la aerodinámica y la eficiencia en lugar de la velocidad.

Y, por último, os dejamos con el ejemplo de Airspeeder, un proyecto australiano (de la empresa Alauda) que pretende convertirse en la primera carrera del mundo de… ¡coches eléctricos voladores! Sí, sí, ¡como si de una carrera de Star Wars se tratase!

💙🔌 ¿Cómo puede ayudar Place to Plug en la disminución de la contaminación de los aviones?

Tal y como dice Glenn Llewellyn (Vicepresidente de Aviones Cero Emisiones de Airbus), “el avión eléctrico no es posible sin la ayuda de una buena infraestructura, de la colaboración de los gobiernos y del soporte de socios tecnológicos”. Place to Plug, como proveedor de software, apostamos por la electrificación del transporte y el impulso de una potente infraestructura de recarga en los aeropuertos.

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