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7 min lecturaOct 1, 2021

“Fit for 55” para combatir la crisis climática

Vehículo eléctrico | Sostenibilidad | Medio ambiente

Europa prohíbe los coches de combustión para 2035 y aspira a lograr la neutralidad climática para 2050 en su paquete de medidas “Fit for 55”.

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El pasado 14 de julio de 2021, la Comisión Europea (CE) publicó una propuesta de revisión de la Directiva de Energías Renovables para combatir la crisis climática y cumplir con el Pacto Verde Europeo. Dicha propuesta busca acelerar la adopción de las energías renovables en la Unión Europea (UE) con el objetivo de reducir las emisiones netas de CO2 y de gases de efecto invernadero (GEI) un 55% para 2030 y, en última instancia, lograr la neutralidad climática para 2050. De ahí que el nuevo paquete de medidas sea denominado “Fit for 55”.

Este nuevo paquete, que consta de 13 propuestas legislativas transversales, incluye 8 revisiones de la legislación existente y 5 propuestas completamente nuevas. Cabe destacar la importancia de “Fit for 55” puesto que, de los objetivos marcados inicialmente en la Ley Europea del Clima, se ha ampliado de un original 40% a un 55% de reducción de emisiones de GEI.

¿En qué se basa "Fit for 55"?

A grandes rasgos, las principales propuestas de la Comisión Europea se centran en los siguientes ámbitos:

  • Aplicación del comercio de derechos de emisión a nuevos sectores y refuerzo del actual régimen de comercio de derechos de emisión de la UE
  • Fomento de las energías renovables
  • Mayor eficiencia energética
  • Despliegue de modos de transporte sostenibles y de la infraestructura y combustibles necesarios para sostenerlos
  • Ajuste de las políticas fiscales a los objetivos del Pacto Verde Europeo
  • Medidas para evitar la fuga de carbono
  • Medidas para preservar y potenciar los sumideros naturales de carbono

Así pues, este nuevo proyecto establece un marco global para el despliegue de energías renovables en todos los sectores de la economía. Este paquete se centra en los sectores en los que el proceso de cambio hacia las energías renovables ha sido más lento (como el transporte, la construcción y la industria).

La propuesta busca permitir que los sistemas energéticos de la UE sean más flexibles, facilitando la integración de las energías renovables de la manera más eficiente posible; apoyando también la adopción del hidrógeno verde donde la electrificación sea más difícil, como la aviación, por ejemplo.

El sector del automóvil, principal “afectado”

El objetivo a nivel de las grandes potencias económicas y generadoras de emisiones perjudiciales para la salud y el medioambiente es conseguir cero emisiones netas en 2050, y de esta forma evitar una gran crisis climática catastrófica sin tiempo de reacción, ya pronosticada por los científicos.

Así que una de las primeras medidas planteadas en “Fit for 55” para conseguir estos recortes en las emisiones afectará directamente al sector del automóvil con el objetivo de poner fin a la venta del coche de combustión interna. A partir de 2035 no se podrán vender automóviles ni gasolina ni diésel. Eso significa que todos los nuevos vehículos matriculados a partir del 2035 serán cero emisiones; ya sean eléctricos o de pila de combustible de hidrógeno, cuyas únicas “emisiones” son vapor de agua, por lo que también son considerados sostenibles.

Con el fin de llevar a cabo este proyecto y conseguir todos los objetivos, la Comisión Europea propondrá un incremento de los impuestos energéticos, lo que significa que los carburantes responsables de mayores emisiones (diésel y gas butano, por ejemplo) serán sobre los que caerá la mayor carga impositiva y, por tanto, provocará un aumento de su precio para potenciar su desuso.

Y para que el despliegue de coches sostenibles sea posible, el Reglamento sobre la Infraestructura de Combustibles Alternativos exigirá por ley a los Estados miembros una ampliación de la capacidad de recarga. Para ser más concretos, será de obligatorio cumplimiento que se instalen en las principales carreteras y autopistas de cada país:

  • Cada 60 kilómetros, puntos de recarga rápida (o electrolineras) para coches eléctricos

  • Cada 150 kilómetros, puntos para el repostaje de hidrógeno (o hidrogeneras) para coches eléctricos de pila de combustible de hidrógeno (FCEV)

Ámbitos de aplicación

Las nuevas medidas de “Fit for 55” no sólo se dirigen a la industria del automóvil, puesto que las trece propuestas que irán a debate plantean diferentes aspectos de la crisis climática, ya establecidos en el Pacto Verde Europeo y con el claro objetivo de ser el primer continente en lograr la neutralidad climática. Veamos cuáles son los más destacables:

En cuanto a la energía, se aumentan los objetivos en cuanto a eficiencia energética y renovables se refiere, ya que actualmente tanto la producción como el uso de la energía representan el 75% de las emisiones totales de la Unión Europea. Así pues, la Directiva establecerá un objetivo mucho más ambicioso para alcanzar, como mínimo, el 40% de la energía proveniente de fuentes renovables de aquí a 2030. Para lograrlo, los Estados miembros deberán plantear objetivos específicos para el uso de energías renovables en el transporte, la calefacción, refrigeración, los edificios y la industria y, además, deberán potenciar el ahorro energético anual.

En cuanto al sector aéreo, en los vuelos europeos será de obligado cumplimiento, cada vez más, utilizar combustible sostenible o "verde”, llegando a alcanzar un mínimo del 60% para 2050. Cabe destacar que los precios para vuelos intraeuropeos aumentarán, puesto que actualmente utilizar combustible sostenible supone un incremente del precio de hasta cinco veces más que el keroseno. El objetivo, por lo tanto, es convertir a los vuelos cortos en poco atractivos, y así ampliar la red ferroviaria.

Para la navegación, la CE no ha planteado cuotas para combustibles alternativos o turbinas a gas. Pero sí ha establecido una serie de objetivos climáticos fijos que las compañías navieras y los propietarios de navíos deberán cumplir en diferentes fases. La intención es que el tráfico naviero también se integre al comercio de derechos de emisión de la UE (RCDE).

Por lo que respecta al sector empresarial, se establecen medidas que tienen como objetivo animar a empresas y consumidores elegir opciones más ecológicas. ¿El objetivo? Combatir entre todos la crisis climática y por tanto conseguir unos hábitos más favorables para el medioambiente; en definitiva, para que el Pacto Verde Europeo sea una realidad y no una utopía.

Y en cuanto a las medidas para retirar carbono de la atmósfera, el Reglamento sobre el uso de la tierra, la silvicultura y la agricultura determina, como objetivo global, la absorción de carbono por sumideros naturales equivalente a 310 millones de toneladas de emisiones de CO2 para 2030. Según “Fit for 55”, la UE también deberá alcanzar la neutralidad climática para 2035 en los sectores del uso de la tierra, silvicultura y agricultura, tanto de carbono como de emisiones provenientes de fertilizantes y ganadería.

Novedad: primer arancel fronterizo de carbono

Una de las principales novedades que ha presentado la CE es la creación del primer arancel fronterizo mundial de carbono, que irá dirigido a las importaciones de bienes producidos en el extranjero con altas emisiones como el aluminio, acero y cemento.

Su aplicación no llegaría hasta el 2026, pero la medida está formulada para imponer costes de emisión a dichas importaciones con el objetivo de proteger a las industrias europeas de aquellos competidores extranjeros que no están sujetos a una tasa de reducción de emisiones de carbono en sus países de origen.

Por lo tanto, la finalidad de este arancel es potenciar la batalla contra la crisis climática y concienciar, fuera de las fronteras comunitarias, a aquellos socios comerciales, naciones y compañías más reticentes a adoptar estrategias de descarbonización de sus procesos productivos, como China y Rusia.

Aplicación y transición

“Fit for 55” contiene, por lo tanto, nuevas leyes y reformas legales dentro del Pacto Verde Europeo que deben ser negociadas y aprobadas aún por el Parlamento y el Consejo Europeos. La aprobación de la nueva legislación por los organismos de la UE podría demorarse un año. Después podrían pasar otros dos años hasta que el marco de la UE sea aplicado al derecho nacional de cada país. Sin embargo, la CE planea regular ya algunos aspectos de camino hacia la legislación final.

Y por último, cabe destacar que todas las medidas incluidas en el paquete “Fit for 55” están formuladas para que la transición hacia una Europa sostenible sea socialmente justa para tod@s, de forma que los costes de hacer frente a la crisis climática queden repartidos equitativamente.

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