La contaminación por plástico
9 min lectura24 oct 2019

La contaminación por plástico acelera el cambio climático

Sustainability | Environment | Pollution | Climate change

Innegables consecuencias de la contaminación por plástico en el mar: aumento del cambio climático y de gases de efecto invernadero.

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No somos del todo conscientes de cómo el plástico invade nuestro día a día, de cómo contamina los mares, los glaciares y nuestras vidas, pero lo hace, y demasiado. La contaminación por plástico aumenta el cambio climático y el efecto invernadero y amenaza nuestro planeta; ¡sólo un 9% del plástico total ha sido reciclado!

Plantéate contar un día todos los elementos que contengan plástico y que entren a formar parte de tu jornada: en casa, en el trabajo, cuando vayas a hacer la compra, los utensilios que utilices, la ropa que te pongas, los cosméticos que gastes…

Puedes calcular tu huella de plástico y averiguar cuánto consumes en realidad. ¡Acabarás loco de sumar plásticos!

¿Cuántos plásticos se están acumulando alrededor del mundo?

Demasiados, pero para que os hagáis una idea, está calculado que se fabrican alrededor de unas 100 millones de toneladas de plástico al año. ¡AL AÑO!

Sólo teniendo en cuenta las botellas de plástico, se compran un millón por minuto. Si seguimos a este ritmo frenético de generación de plásticos, en 2020 se alcanzará ni más ni menos que la escalofriante cifra de 500 millones de toneladas fabricadas… Esto supondría un 900% más que la cantidad que se fabricó en 1980.

Pero hasta que ese momento no llegue, ya se han fabricado más de 9 mil millones de toneladas de plástico desde el inicio de su producción en 1950. Esto equivale, según afirma Greenpeace, al peso de mil millones de elefantes.

La palma, sin duda, se la lleva China por ser el principal fabricante mundial de residuos plásticos, con 8’82 millones de toneladas métricas (MMT) por año. La siguen Indonesia (3’22 MMT por año), Filipinas (1’88 MMT por año), Europa (Alemania, Italia, Francia, España y Reino Unido, principalmente) y América del Norte, según el Science Journal.

El planeta no es capaz de digerir el plástico

Cualquier elemento que contenga plástico tarda centenares de años en descomponerse, y los hay que incluso pueden tardar hasta 1.000 años.

Y el kit de la cuestión no es sólo la fabricación de este material, sino que la gran parte de plásticos son de un solo uso. Esto significa que, tristemente, después de su corto plazo de vida terminan en vertederos o, lo que es peor, en nuestros ríos, mares y océanos. De hecho, ya se ha alcanzado la cifra de 8 millones de toneladas de plástico al año vertidos en mares y océanos.

¿Sabías que sólo un 9% del plástico total del planeta ha podido ser reciclado? Otro 12% se ha incinerado y el 79% restante ha terminado en el medio ambiente.

Greenpeace ya se adelantó a una realidad que, desgraciadamente, ya estamos viviendo hoy en día y que cada vez será más frecuente. Y lo hizo mediante la creación de una obra de arte en 2017 en una de las playas que más plásticos arroja al mar, con el fin de crear conciencia a la población mundial.

En abril de 2018 se halló en Murcia un cachalote muerto por la ingesta de 29kg de plástico y en junio de 2019 se encontró otro en Cerdeña que, en el interior de su estómago, tenía 22kg de basura plástica…

Nuestros mares, ríos y océanos; en grave peligro

Las consecuencias de la contaminación por plástico en el mar son descomunales. Actualmente hay 150 millones de toneladas de plástico flotando en nuestros mares, ríos y océanos, según el World Economic Forum.

Puede llegar el día en que por cada 3kg de pescado haya 1kg de plástico.

Los animales marinos, incluso el plancton, desgraciadamente consumen microplásticos e incluso llegan a morir por su culpa. De hecho, múltiples estudios cifran en 200.000 mamíferos marinos perjudicados y un total de 600 especies marinas afectadas.

Una imagen vale más que mil palabras, ¿verdad? Observad este buceador en Bali (Indonesia). Las imágenes hablan por sí solas…

Por lo tanto, la contaminación por plástico provoca la contaminación de la cadena alimenticia de la que dependemos.

Comemos plástico día tras día

Es inevitable que ingiramos plástico en nuestro organismo mediante los alimentos marinos que consumimos, que previamente han ingerido micropartículas de este material tan perjudicial.

Cada uno de nosotros consume entre 40.000 y 52.000 partículas de microplásticos cada año, según un estudio publicado en la revista científica Environmental Science and Technology. Son cifras orientativas, pero según el ritmo de vida y el consumo de cada persona puede que aún consumamos más plástico.

De hecho, la sal marina, el azúcar y la miel son algunos de los alimentos que contienen más elementos plásticos, según el estudio Human Consumption of Microplastics. Y si además consumimos agua embotellada, empeoramos aún más nuestra salud, ¡ya que potenciamos el consumo de 9.000 microplásticos más al año!

Así pues, debemos evitar al máximo la ingesta de este tipo de material, ¿no crees?

Alerta máxima en el Ártico

La contaminación de los plásticos ha alcanzado niveles críticos y se ha extendido por todo el mundo. Investigadores científicos de los EEUU han encontrado por primera vez en la historia, entre julio y agosto de este verano, microplásticos en el hielo marino del Ártico.

Y muchos de vosotros os preguntaréis: ¿cómo demonios es posible que las partículas de plástico se hayan colado en el Ártico? Pues de la misma forma que el plancton se filtra y se acumula de forma natural en el hielo cuando el agua circula a través de sus poros, los microplásticos también…

También se ha encontrado una isla de plásticos de casi 2 millones de km2 en medio del Pacífico (lo que equivale a casi tres veces el tamaño de Francia), que se suma a otras 4 grandes islas encontradas alrededor del mundo, como la que ya habéis visto de Bali.

Y justamente este hallazgo llega justo después de encontrar plásticos en la fosa de las Marianas, el punto más profundo de la corteza terrestre. Y ya es sabido de hace tiempo que la nieve de múltiples países tiene altas concentraciones de microplásticos y nanoplásticos y que incluso los lugares más remotos del planeta como el triángulo de las Bermudas tiene basura plástica.

El plástico aumenta el cambio climático y emite potentes gases de efecto invernadero

Está claro que una bolsa de plástico no nos afecta directamente, pero su producción, incineración o posterior degradación, definitivamente sí. Estos procesos emiten una serie de gases contaminantes que podrían equivaler a más de 180 centrales de carbón, influyen en el cambio climático y aumentan el efecto invernadero.

De este modo, provocamos una grave afectación a la fauna marina y a nuestra salud y generamos una contaminación alarmante al planeta.

Por una parte, la propia fabricación de plásticos ya de por sí libera sustancias químicas en el medio ambiente. Por otra parte, la quema o incineración de dicho material también genera componentes altamente tóxicos que contaminan la Tierra.

Además, la degradación en el ambiente y la exposición a la radiación solar de la basura plástica (ya sea en la tierra o en el mar) genera la emisión de potentes gases de efecto invernadero: metano y etileno, según un estudio publicado en la revista científica PLOS ONE.

¿Sabías que el metano, generado por residuos plásticos, calienta la tierra 86 veces más que el dióxido de carbono? Esto lo convierte en un gas de efecto invernadero 30 veces más potente que el CO2.

De hecho, el polietileno (PE) es el principal emisor de ambos gases, y precisamente es el termoplástico más común ya que es altamente producido a nivel mundial y utilizado en millones y millones de bolsas de compra.

Por lo tanto, la generación de estos gases de efecto invernadero provoca una mayor aceleración del cambio climático, afectando las temperaturas globales de la tierra y el mar. Y a más plásticos producidos y acumulados, más gases emitidos y mayores consecuencias…

Rechaza los plásticos de un solo uso

La solución no es usar plásticos ecológicos (de origen biológico), ya que mayoritariamente siguen componiéndose, en parte, por plástico de origen fósil, lo que a la práctica es sólo un lavado de imagen y de conciencia por parte de muchas marcas. La solución real es deshacernos de nuestra adicción a los plásticos de un solo uso.

Si quieres tomar cartas en el asunto y realizar acciones de responsabilidad social, ¡opta por tener un estilo de vida Basura Cero o Zero Waste!

Lo ideal es evitar a toda costa todo tipo de plásticos. Cualquier envase que contenga este material está clasificado con un código de identificación, y los más tóxicos son el 3, el 6 y el 7:

  1. PET: polietileno tereftalato o polyester
  2. HDPE: polietileno de alta densidad
  3. PVC o V: cloruro de polivinilo
  4. LDPE: polietileno de baja densidad
  5. PP: polipropileno
  6. PS: poliestireno
  7. O: otros

¿Qué podemos hacer al respecto?

¡No caigas en la trampa! Ha llegado un punto en que reciclar ya no es suficiente y es necesario un cambio de hábitos y aplicar la regla de las 5R al completo (rechazar, reducir, reutilizar, reciclar y compost). Te proponemos algunas opciones:

  1. No consumas agua embotellada (¡puede estar contaminada por micropartículas de plástico!), opta por usar un filtro y beber del grifo.

  2. Utiliza bolsas reutilizables, carros o cestas en lugar de bolsas de plástico.

  3. No compres fruta, carne ni pescado envasados.

  4. Utiliza bolsas de basura compostables o biodegradables. Y si tienes un perrito/a, ¡cómprale también bolsas biodegradables para sus caquitas!

  5. Compra envases de vidrio en lugar de los de plástico.

  6. Compra comida a granel en la medida que te sea posible.

  7. Evita utilizar vasos, cubiertos o platos de plástico.

  8. Utiliza fiambreras de vidrio, ¡al calentar una de plástico estás envenenando tu comida!

  9. Consume productos de cosmética natural que no contengan microplásticos, ¡de lo contrario estás dañando tu cuerpo!

  10. Di no a productos desechables de usar y tirar como las maquinillas de afeitar

  11. Compra ropa ecofriendly respetuosa con el medio ambiente

  12. Utiliza cepillo de dientes ecológico de bambú y bastoncillos de oído de bambú

  13. Evita comprar juguetes que contengan plástico, ya sea para tu cachorro y/o bebé

  14. Deshazte de los estropajos sintéticos y opta por los de cerdas naturales de origen sostenible o los de cobre, 100% reciclables.

  15. Utiliza bolsas de silicona reutilizables para congelar tus alimentos

Si hemos logrado que intentes aplicar alguno de nuestros consejos, ¡este post ya ha valido la pena!

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