Cómo alargar la vida útil de la batería de tu coche eléctrico
Vehículo eléctrico | Esenciales del VETe damos una serie de consejos para que puedas tanto alargar la vida útil de la batería de tu coche eléctrico como aumentar su autonomía.
La batería es, en esencia, el elemento más importante de cualquier vehículo eléctrico y por ello, como conductores, deberíamos tener en cuenta una serie de factores para prolongar la vida de la batería del vehículo eléctrico.
Sin embargo, no sólo cada marca aplica sus técnicas para proteger al máximo la batería, sino que la tecnología no para de avanzar y así lo ha demostrado Bosch desarrollando el concepto “Battery in the Cloud” (batería en la nube); un software inteligente conectado en la nube que permite analizar los datos de la batería para prevenir su deterioro.
Dicho esto, las baterías de litio tienen una vida útil de entre 8 y 10 años, y con un uso adecuado puede alargarse hasta los 15, con una autonomía que no debería sufrir pérdidas importantes durante los primeros 8 años. Además, teniendo en cuenta que el uso diario mayoritario en zonas urbanas no suele ser superior a los 30km, podríamos recargar tranquilamente cada 6 días con un coche de 200km de autonomía.
Esta vida útil equivale a unos 3.000 ciclos de recarga completos, lo que significa períodos de recarga y descarga totales. Por ejemplo, si un día recargamos un 60% no habremos completado un ciclo de recarga hasta que otro día recarguemos el 40% restante para alcanzar el 100%.
Así pues, vamos a detallar 8 consejos para alargar la vida de la batería del coche eléctrico, para que los puedas aplicar en tu día a día y te permita aumentar al máximo su autonomía.
1. Controla la velocidad
Del mismo modo que una conducción agresiva reducirá la autonomía de cualquier vehículo diésel o gasolina, también lo hará en un eléctrico, que podría reducirla en un porcentaje elevado.
Además, acelerar con potencias superiores de las que puede soportar la batería de tu vehículo, a la larga, también es contraproducente. Por ejemplo, pedirle a un motor de 24kW una potencia de 50kW para acelerar, en un momento puntual, no ocasionaría ningún problema, pero hacerlo de forma constante sí que acabaría perjudicando su vida útil.
Así pues, tanto conducir de forma relajada como acelerar de forma suave permitirá aumentar la autonomía del coche eléctrico y, a la vez, reducir el número de veces que deberás recargar el vehículo y el número de ciclos de recarga completos que deberás realizar.
2. Evita abusar de la recarga rápida
Como pasa en el punto anterior, recargar de forma asidua con potencias superiores a las que puede soportar la batería de tu vehículo también puede perjudicar su vida útil.
Además, según los expertos, aunque el vehículo esté preparado para soportar recargas rápidas, es mejor evitarlas a no ser que sea estrictamente necesario puesto que favorece un mayor deterioro de la batería.
A los ocho/diez años, la batería habrá perdido aproximadamente un 20% de su capacidad frente a un 30% que podría llegar a perder en caso de recargar continuamente con sistemas de recarga rápida.
Evidentemente, podemos hacer uso de recargas rápidas si estamos de viaje, por ejemplo, y necesitamos recargar nuestro coche eléctrico en menos de 30 minutos. No obstante, la recomendación, si realmente quieres prolongar la vida de la batería del vehículo eléctrico, es hacerlo sólo en casos en que sea realmente necesario y no tomarlo como una costumbre.
3. Evita descargas completas
Es recomendable que las baterías no lleguen a descargarse por completo ya que, por el contrario, un continuo de descargas totales podrían ocasionar un deterioro de la resistencia de dichas baterías.
Algunos fabricantes ya lo tienen en cuenta y han incorporado en sus modelos una reserva mínima, que no es ni visible ni aprovechable para el conductor, pero sí garantiza evitar las descargas totales.
Aun así, lo recomendable según los expertos es no dejar que la capacidad de la batería baje del 30% y se mantenga siempre recargada entre un 30% y un 80%.
4. Evita recargar siempre al máximo
Está claro que una recarga completa nos permitirá sacar el máximo rendimiento de la autonomía que nos ofrece el vehículo, pero es recomendable recargar alrededor de un 80% tanto para alargar la vida útil de la batería como para poder sacar provecho de la frenada regenerativa. Se trata de un sistema que se encarga de recuperar parte de la energía cinética para recargar la batería, siempre y cuando exista espacio suficiente para ello.
Por lo tanto, para uso diario y para aumentar la autonomía del coche eléctrico, es aconsejable recargar hasta un 80% y reservar las recargas totales para viajes más largos o recorridos excepcionales.
5. Toma precauciones ante largos períodos de aparcamiento
Como cualquier vehículo, si lo mantenemos parado durante mucho tiempo, podemos ocasionar una avería importante en la batería e incluso su total deterioro e inutilización.
Por lo tanto, si debemos aparcar nuestro vehículo durante un período de tiempo relativamente largo es aconsejable que lo dejemos enchufado y programado para que se recargue desde un 50% hasta un 80%. Así evitamos, por una parte, una recarga total y sus consecuentes recalentamientos y, por otra parte, una descarga profunda o total.
En caso de no poder dejar la recarga programada debemos aparcarlo en un lugar fresco y asegurarnos, antes de utilizarlo de nuevo, que el vehículo mantiene más de un 20% de su capacidad y de no ser así, utilizar una recarga lenta.
6. Evita las temperaturas extremas
Las temperaturas extremas, tanto de frío como de calor, no son amigas de las baterías de iones de litio.
Por una parte, un sobrecalentamiento acelerará su descarga y una exposición prolongada al calor provocará una mayor degradación de la batería. Por otra parte, someter nuestro vehículo a temperaturas muy frías afectará al rendimiento de la batería, reduciendo así su capacidad de recarga y autonomía.
Así pues, mantener nuestro vehículo estacionado en una zona con temperatura ambiente favorecerá el buen mantenimiento de la batería y evitará que el sistema de gestión térmica deba ponerse en marcha.
No obstante, algunos coches eléctricos ya disponen de sistemas de climatización de la batería, cuyo objetivo es mantener un rango de temperaturas entre los 20ºC y los 30ºC para así garantizar un óptimo funcionamiento.
Aun así, si no tenemos más opción que dejar nuestro coche aparcado en la calle donde las temperaturas son elevadas, lo mejor es dejarlo enchufado para que el sistema de refrigeración se ponga en marcha y proteja la batería.
7. Controla el tiempo de carga
Lo mejor de los vehículos eléctricos es que los podemos dejar recargando por las noches, pero dejar enchufado el vehículo más tiempo del necesario puede ser contraproducente puesto que puede provocar un calentamiento excesivo a la batería que reduzca su vida útil o genere un recalentamiento que la averíe.
A menos que dispongas de un wallbox o un punto inteligente (que desconecta la batería de la corriente de forma automática), es recomendable utilizar un temporizador para que sólo se recargue la batería el tiempo necesario. Sin duda, será una herramienta que te permitirá alargar la vida útil de la batería de tu coche eléctrico.
8. Realiza un equilibrado periódico de las celdas
Las baterías actuales de iones de litio tienen un efecto memoria ínfimo, y eso significa que podemos enchufar nuestro vehículo tantas veces como queramos sin tener que preocuparnos por la repercusión que pueda conllevar en la batería, porque no la tiene. Su vida útil vendrá determinada por el número completo de ciclos de recarga que se realicen y la forma en que se produzcan (en función de si se trata de recargas rápidas o lentas).
Dichas baterías se componen de múltiples celdas que, conectadas en serie, elevan el voltaje total. El sistema BMS (Battery Management System) es el encargado de equilibrar el voltaje de cada celda y es un proceso que sólo se lleva a cabo cuando la batería está prácticamente recargada al 100%.
Aunque ya hayamos comentado que es recomendable no recargar el vehículo al 100%, sí es aconsejable hacerlo de vez en cuando (cada tres/cuatro meses, por ejemplo) para lograr un correcto equilibrio de todas y cada una de las celdas.
¿Y qué pasa cuando termina la vida útil de la batería?
Lo bueno de las baterías es que generan una gran cadena de valor ya que cierran su ciclo al agotarse su vida útil. Es decir, pueden ser reutilizadas bien para una segunda vida o bien recicladas en el 95% de sus materiales.
Cuando la batería de nuestro VE ha agotado su vida útil, eso no quiere decir que ya no tenga capacidad de almacenamiento de energía. De hecho, mantiene alrededor de un 70% de su capacidad original.
Así pues, una de las opciones más viables es utilizarlas para el almacenamiento de energía doméstica o de energía recolectada por placas solares y, de esta forma, alargar su vida útil durante 10, 20 e incluso 30 años más.
Otra opción sería reutilizarlas para almacenar energía para estaciones portátiles de recarga rápida, como ha desarrollado el Grupo Volkswagen, o bien para suministrar energía como la iniciativa llevada a cabo por el grupo Endesa, que utiliza más de 90 baterías recicladas en su central térmica de Melilla.
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