ODS: Objetivos de Desarrollo Sostenible
13 min lectura2 dic 2020

¿Qué son los ODS? 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible

Sustainability | Environment | Climate change

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU cuenta con 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para proteger el planeta.

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Ya hace cinco años de la aprobación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible por parte de la ONU, cuyos objetivos necesitan un impulso urgente por parte de líderes globales, gobiernos, empresas privadas, la sociedad y gente como tú.

Atentos, porque personajes mundiales como Shakira, Embajadora de Buena Voluntad de UNICEF, pidió a los líderes del mundo que imaginaran un mundo donde lográsemos los objetivos para 2030. ¿Puedes imaginártelo tú también?

Los ODS se basan en los resultados de los ODM, los Objetivos de Desarrollo del Milenio, otro plan quindenial que cerró su ciclo en 2015 y dio paso a un nuevo ciclo donde los ODS van mucho más allá: pretenden ampliar horizontes y alcanzar todos aquellos objetivos que no llegaron a cumplirse, sin dejar nada ni nadie atrás.

¿Cuáles son los Objetivos de Desarrollo Sostenible?

Un total de 17 objetivos vinculados entre sí con 169 metas de carácter integrado e indivisible para garantizar un futuro mejor para todos, con grandes desafíos globales a combatir como la pobreza, la desigualdad, la paz y el cambio climático:

Bien, después de este choque con la realidad, vamos a ver de forma resumida de qué tratan todos estos objetivos, haciendo hincapié en aquellos que nos parecen más relevantes y urgentes:

Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo.

Uno de cada cinco niños y más de 700 millones de personas, es decir, el 10% de la población mundial, todavía viven en la pobreza extrema.

“A nivel mundial, el número de personas que viven en situación de extrema pobreza disminuyó desde un 36 % en 1990 hasta un 10 % en 2015. No obstante, el ritmo al que se produce este cambio está disminuyendo, y la crisis de la COVID-19 pone en riesgo décadas de progreso en la lucha contra la pobreza”, según fuentes de la ONU.

Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible.

Las estimaciones actuales de la ONU indican que cerca de 690 millones de personas en el mundo padecen hambre, es decir, el 8,9% de la población mundial.

Y según el Programa Mundial de Alimentos, alrededor de 135 millones de personas padecen hambre severa, debido a los conflictos causados por los seres humanos, el cambio climático y las recesiones económicas. La pandemia del COVID-19 podría duplicar esa cifra y sumar unos 130 millones de personas más que estarían en riesgo de padecer hambre severa a finales de 2020.

Garantizar una vida sana y promover el bienestar de todas las personas a todas las edades.

“Actualmente, el mundo se enfrenta a una crisis sanitaria mundial sin precedentes; la COVID-19 está propagando el sufrimiento humano, desestabilizando la economía mundial y cambiando drásticamente las vidas de miles de millones de personas en todo el mundo.

Las emergencias sanitarias, como la derivada de la COVID-19, suponen un riesgo mundial y han demostrado que la preparación es vital. La pandemia constituye un punto de inflexión en lo referente a la preparación para las emergencias sanitarias y la inversión en servicios públicos vitales del siglo XXI”, afirma la ONU.

Garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos.

“La educación permite la movilidad socioeconómica ascendente y es clave para salir de la pobreza. No obstante, alrededor de 260 millones de niños aún estaban fuera de la escuela en 2018; cerca de una quinta parte de la población mundial de esa edad. Además, más de la mitad de todos los niños y adolescentes de todo el mundo no están alcanzando los estándares mínimos de competencia”, según fuentes de la ONU.

Lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y niñas.

Según la ONU, 1 de cada 5 mujeres y niñas de entre 15 y 49 años afirma haber sufrido violencia sexual o física a manos de una pareja íntima en un período de 12 meses.

Sin duda, es un objetivo que debemos lograr con extrema urgencia.

Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento.

“En todo el mundo, una de cada tres personas no tiene acceso a agua potable salubre, dos de cada cinco personas no disponen de una instalación básica destinada a lavarse las manoscon agua y jabón, y más de 673 millones de personas aún defecan al aire libre.

La escasez de agua afecta a más del 40% de la población mundial”, afirman fuentes de la ONU.

Garantizar el acceso a una energía asequible, fiable, sostenible y moderna.

¿Sabías que 3000 millones de personas dependen de la madera, el carbón, el carbón vegetal o los desechos de origen animal para cocinar y calentar la comida?

El 13% de la población mundial aún no tiene acceso a servicios modernos de electricidad y la energía es el factor que contribuye principalmente al cambio climático y representa alrededor del 60% de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.

Promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos.

Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación.

Reducir la desigualdad de los países y entre ellos.

Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.

¿Sabías que las ciudades y las áreas metropolitanas representan alrededor del 70 % de las emisiones de carbono mundiales y más del 60 % del uso de recursos?

La ONU afirma de forma contundente que la rápida urbanización está dando como resultado un número creciente de habitantes en barrios pobres, infraestructuras y servicios inadecuados y sobrecargados, lo cual está empeorando la contaminación del aire y el crecimiento urbano incontrolado.

Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles.

Cada año, se estima que un tercio de toda la comida producida (el equivalente a 1300 millones de toneladas con un valor cercano al billón de dólares) acaba pudriéndose en los cubos de basura de los consumidores y minoristas, o estropeándose debido a un transporte y unas prácticas de recolección deficientes.

¿Recuerdas que estamos gastando los recursos naturales de dos planetas enteros? Rotundamente no podemos seguir a este ritmo frenético de consumismo.

Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos.

Según datos de la ONU, el 2019 fue el segundo año más caluroso de todos los tiempos y marcó el final de la década más calurosa (2010-2019) que se haya registrado jamás, además de que los niveles de dióxido de carbono (CO2) y de otros gases de efecto invernadero en la atmósfera aumentaron hasta niveles récord en 2019.

Y si a esto le sumamos el hecho que las aguas marítimas se han calentado y el nivel del mar aumenta debido al deshielo de los glaciares, que pierden una media de 1,07 millones de km2 de hielo marino cada decenio… Debemos actuar con extrema urgencia, ¿no crees?

Conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible.

¿Sabías que existe una isla de plásticos de casi 2 millones de km2 en medio del Pacífico? Esta isla equivale a casi tres veces el tamaño de Francia, y se suma a otras 4 grandes islas encontradas alrededor del mundo.

Actualmente hay 150 millones de toneladas de plástico flotando en nuestros mares, ríos y océanos, según el World Economic Forum.

Las consecuencias de la contaminación por plástico en el mar son descomunales, y si seguimos así puede llegar el día en que por cada 3kg de pescado haya 1kg de plástico.

Proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los bosques y los ecosistemas terrestres, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y la pérdida de biodiversidad.

En 2016, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) alertó de que un aumento mundial de las epidemias zoonóticas era motivo de preocupación. En concreto, señaló que el 75 % de todas las enfermedades infecciosas nuevas en humanos son zoonóticas y que dichas enfermedades están estrechamente relacionadas con la salud de los ecosistemas.

Para prevenir, detener y revertir la degradación de los ecosistemas de todo el mundo, las Naciones Unidas han declarado la Década para la Restauración de los Ecosistemas (2021-2030), incluida en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Promover sociedades pacíficas e inclusivas, facilitar el acceso a la justicia para todas las personas y construir a todos los niveles instituciones eficaces e inclusivas que rindan cuentas.

El número de personas que huyen de las guerras, las persecuciones y los conflictos superó los 70 millones en 2018, la cifra más alta registrada por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en casi 70 años.

En 2019, las Naciones Unidas registraron 357 asesinatos y 30 desapariciones forzadas de defensores de los derechos humanos, periodistas y sindicalistas en 47 países.

Fortalecer los medios de implementación y revitalizar la alianza mundial para el desarrollo sostenible.

Y para velar por el cumplimiento de todos los ODS, gracias a un informe anual, elaborado por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas, es posible evaluar el progreso y valorar en qué ámbito/s es necesario hacer hincapié y/o redoblar los esfuerzos.

Por desgracia, la respuesta es no, ya que jurídicamente no son obligatorios ni vinculantes. No obstante, el éxito de los ODS recae en el nivel de compromiso de los Estados Miembros.

El propósito de la ONU es que cada país establezca sus propios marcos legales para el cumplimiento de estos 17 objetivos, cuyo éxito dependerá de los planes y programas de desarrollo sostenible adoptados en términos políticos por dichos países.

Así pues, cada país tiene la responsabilidad moral y política de adoptar medidas para el desempeño de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, así como de su posterior seguimiento a nivel nacional, regional y mundial de los progresos alcanzados para velar por el correcto cumplimiento de las metas incluidas en la Agenda para 2030.

No obstante, en la pasada COP25 (la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático realizada en diciembre de 2019), la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, anunció la creación de la primera Ley Europea del Clima. Su primer borrador fue publicado en marzo de 2020, y aunque aún está pendiente de aprobación, se prevé que devenga en un reglamento de directa aplicación para todos los Estados Miembros a partir de 2021.

El propósito de esta ley es claro: lograr que Europa sea el primer continente que alcance la neutralidad en carbono y en gases de efecto invernadero para 2050 mediante:

  • La descarbonización de la economía con una drástica reducción del 60% de emisiones para 2030.

  • La limitación del aumento de la temperatura a 1,5ºC en pro del objetivo del Acuerdo de París.

Dicha ley se establece dentro del Pacto Verde Europeo (European Green Deal); el acuerdo verde de la Comisión Europea para convertir la economía de la UE en una de sostenible y que contribuirá a cumplir la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Así pues, ¿cómo contribuye la Ley Europea del Clima en los ODS?

Esto significa que el objetivo 13 de Acción por el Clima tendrá un respaldo jurídico y legal y, en consecuencia, también lo tendrán en cierta medida los objetivos 3 (Salud y Bienestar), 6 (Agua limpia y saneamiento), 7 (Energía asequible y No Contaminante), 8 (Trabajo decente y crecimiento económico), 9 (Industria, innovación e infraestructura), 11 (Ciudades y Comunidades Sostenibles), 12 (Producción y Consumo Responsables), 14 (Vida Submarina) y 15 (Vida de Ecosistemas Terrestres).

Es decir, un total de 10 Objetivos de Desarrollo Sostenible cuentan con acciones climáticas concretas jurídicamente vinculantes para la próxima década; una década decisiva para frenar y combatir la situación de emergencia ambiental que vivimos desde hace años y cada vez de forma más acentuada.

El calentamiento global y la emergencia climática que vivimos es real, y sus consecuencias más severas ya han empezado a experimentarse por todo el mundo: inundaciones, incendios, deshielo de las masas glaciares, contaminación por plástico, aumento del nivel del mar, lluvias torrenciales, huracanes devastadores y proliferación de enfermedades y pandemias debido a la destrucción de la naturaleza y la biodiversidad.

Y con la pandemia actual hemos podido comprobar que el cambio climático no es únicamente un riesgo para el planeta y nuestra salud, sino también para la economía mundial.

Por suerte, los gobiernos han reaccionado y, por fin, han incorporado el cambio climático en sus agendas políticas para los próximos 10 años; años decisivos para mitigar el riesgo climático que podamos sufrir el resto del siglo.

Y tanto es así, que según la ONU encaramos la "Década de Acción", puesto que “actualmente, se están logrando avances en muchos lugares, pero, en general, las medidas encaminadas a lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible todavía no se están desarrollando a la velocidad ni en la escala necesarias. El 2020 debe marcar el inicio de una década de acciones ambiciosas con el fin de alcanzar los ODS para 2030”.

“Actúa ahora”, campaña de la ONU para la acción individual

No sólo los gobiernos, grandes corporaciones y altas esferas deben tomar responsabilidades y aplicar acciones para lograr los ODS en pro del planeta y la sostenibilidad, ¡tú también tienes mucho que decir!

Un pequeño cambio de hábitos, sumado a nuevas decisiones y a tus simples acciones del día a día, pueden contribuir a construir una sociedad más sostenible y a luchar contra el cambio climático.

¿Cómo? Siguiendo un estilo de vida cero residuos, que va mucho más allá de reciclar y reutilizar.

En nuestra vida, e incluso en nuestro día a día, tomamos una infinidad de pequeñas decisiones que, a nuestro parecer, pueden ser insignificantes, pero que desgraciadamente tienen un grandísimo impacto en nuestra Tierra.

Se trata de cambiar nuestra mentalidad, ser más conscientes de todo lo que nos rodea, conocer qué repercusiones tiene nuestra rutina y nuestra forma de vivir e intentar incorporar los Objetivos de Desarrollo Sostenible como objetivos propios y personales.

La aplicación AWorld in support of ActNow puede sugerirte acciones simples que puedes incorporar de forma fácil en tu rutina para reducir tu huella de carbono y/o tu huella ecológica.

¿Te sumas a la campaña para cumplir con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible?

#XLaGenteXElPlaneta #ForPeopleForPlanet

💙 ¿Cómo contribuye Place to Plug al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible?

Facilitando la recarga del vehículo eléctrico y acelerando la transición hacia una movilidad 100% eléctrica y sostenible, ofreciendo una única plataforma que aporta una solución llave en mano para todos los actores que forman parte de la industria del VE: conductores, instituciones, operadores, empresas privadas, marcas automovilísticas, redes de recarga, etc.

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