Seguridad del vehículo eléctrico
6 min lectura4 dic 2019

La seguridad del vehículo eléctrico

Electric vehicle | EV essentials

La seguridad del coche eléctrico es mayor a la del coche de combustión: goza de múltiples elementos de seguridad y ventajas competitivas.

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La seguridad del vehículo eléctrico es un gran punto a su favor, ya que los crash-test superados por VE han obtenido las máximas puntuaciones jamás registradas, con lo cual podemos afirmar que los coches eléctricos son los más seguros del mercado.

A pesar de la incertidumbre que genera actualmente la seguridad de este tipo de vehículos en nuestra sociedad, existen muchas razones que corroboran que la seguridad del vehículo eléctrico es mayor a la de los coches de combustión.

Sabemos de sobra que la gasolina es altamente inflamable y la posibilidad de que se produzca un incendio tras un accidente es muy probable. Aun así, nunca ha sido un motivo que nos haya echado atrás en el momento de comprar un coche, ¿verdad? Entonces, ¿por qué sí lo es a la hora de comprar uno de eléctrico?

Sí, sabemos que la desconfianza es generada por la novedad de esta tecnología y, precisamente por este motivo, queremos desmentir todas aquellas afirmaciones que se te hayan podido pasar por la cabeza acerca de los eléctricos. Vamos a descubrir todas las ventajas de seguridad del coche eléctrico y por qué se le considera el más seguro del mercado:

Menor riesgo de incendio

¿Puede llegar a incendiarse una batería dañada? La respuesta es sí, como sucedió con el escándalo del Galaxy Note de Samsung y en los casos virales de algunos Tesla incendiados. Sin embargo, de la misma forma que los vehículos de combustión están formados por sistemas de seguridad que evitan incendios en caso de accidente, pasa lo mismo con los eléctricos.

Pero el dato importante es que el riesgo de incendio es cuatro veces mayor en un gasolina o diésel que en un eléctrico. Y es que tanto la tecnología eléctrica en general como las baterías de iones de litio hace muchos años que han sido desarrolladas. Y, de hecho, centenares de máquinas que forman parte de nuestro día a día son ejemplos de ello: ordenadores, móviles, trenes, etc.

En el caso de los VE, cuentan con sistemas de enfriamiento automático en caso de que las celdas superen el límite de grados aconsejables y cuentan también con un sistema de cortafuegos para evitar que un posible incendio se propague al resto de celdas.

Conducción más segura

Los coches eléctricos cuentan con un centro de gravedad más bajo que los coches de combustión, ya que sus baterías se sitúan en las partes inferiores de los automóviles.

Gracias a esto, la distribución del peso se realiza de forma más equitativa entre los ejes, aportando al vehículo mayor estabilidad, por lo que el agarre en curvas es mucho mejor. Además, permite reducir aún más la posibilidad de volcado del vehículo.

Y no menos importante, el hecho de contar con todo el par motor de forma instantánea asegura un tiempo de reacción mucho más reducido ante una situación de riesgo.


¿Qué pasa en caso de accidente?

En Estados Unidos, la NHTSA (Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras) es la encargada de realizar testeos que garantizan la seguridad de todos los vehículos, incluidos los eléctricos, y ha clasificado el Tesla Model S con la puntuación más alta de la historia.

A nivel europeo, cualquier vehículo debe superar un testeo antes de poder ser homologado; el crash-test, que consiste en una prueba de colisión mediante la cual se miden las lesiones que pueden sufrir los ocupantes de dicho vehículo en un choque.

¿Sabías que el Nissan Leaf fue el primer coche eléctrico en conseguir cinco estrellas en un crash-test, es decir, el menor riesgo de lesiones por parte de sus ocupantes?

¿Y por qué motivo los eléctricos son más seguros en caso de choque?

Por una simple razón, que es gracias al hecho de no contar con un gran motor de combustión interna. De esta forma los fabricantes pueden desarrollar los vehículos enfocándolos mucho más en la seguridad sin estar condicionados por la estructura de un gran motor. Esto significa que pueden diseñar más espacios pensados en absorber mejor la energía que se libera en un choque.

Además, un motor eléctrico tiene menos probabilidades de atravesar el vehículo en caso de accidente al estar situado en los bajos. Y eso también facilita que la resistencia en choques laterales sea mayor.


Sin peligro de electrocutarnos

Uno de los primeros temores que surgen ante la comunidad es el miedo de poder electrocutarnos en un coche híbrido o eléctrico. No obstante, la probabilidad es tan mínima como la posibilidad de que te electrocutes al enchufar el secador de pelo, cargar tu smartphone o poner el microondas. Pues de la misma forma que todos estos elementos están protegidos con sistemas de seguridad, también lo están los vehículos eléctricos.

Así pues, los VE están perfectamente aislados e impermeabilizados ya que sus respectivas baterías están protegidas por cajas blindadas, los cables de alta tensión están cubiertos por colores llamativos y, en caso de impacto, el sistema desconecta automáticamente la corriente eléctrica. Además, cada fabricante proporciona a los servicios de emergencia la información sobre la composición de los elementos del VE (especialmente de los más peligrosos) para evitar posibles accidentes y/o electrocuciones en caso de intervención sobre el vehículo.

Un claro ejemplo podría ser el caso del tsunami y terremoto que sucedieron en Japón el marzo de 2011, en que más de 20 Nissan LEAF fueron afectados (cubiertos de agua, golpeados, volcados…), pero en todos los casos sus componentes permanecieron aislados y no provocaron ningún tipo de accidente.

Mejor sistema de frenado

La frenada regenerativa es un sistema que ofrece una gran ventaja, pero por partida doble.

Por una parte, cuando levantas el pie del acelerador, permite que el vehículo empiece a detenerse lentamente. Gracias a este sistema es posible recuperar parte de la energía para recargar la batería. Y, además, en caso de emergencia y tener que pisar el freno de forma brusca, el vehículo se detendrá unas milésimas de segundo antes que su respectivo equivalente de gasolina o diésel puesto que, antes de pisar el freno, el coche ya había empezado a decelerar.

Por otra parte, el hecho de no pisar tanto el pedal del freno aumenta la vida útil de los discos y las pastillas de freno ya que se desgastan mucho menos. ¿Y eso en qué se traduce? En un mantenimiento más económico del vehículo y en poder contar con unos frenos en mejores condiciones ante situaciones de peligro.

En definitiva, hay elementos de seguridad de los vehículos eléctricos que son comunes con los coches de combustión, como el ABS, el airbag, el detector de peatones, sensores de aparcamiento y de ángulo muerto, etc. Pero lo bueno y mejor es que incorporan elementos que aumentan, aún más, su seguridad.

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